LA TRANSICION. DE LO ABSTRACTO A LO FIGURATIVO
En los años 80’s Jose Quessada decide definitivamente irse a vivir a Paris, idea que venia cocinando desde la década de los 70’s. En esta época, rentaba un pequeño apartamento cerca de la Plaza de la Contraescarpe junto con Alma su esposa, con quien pasaba temporadas largas, dedicándose a pintar en diferentes talleres como el de Juan Soriano, quien era su amigo y colega y quien llevaba mas tiempo de vivir en esta hermosa ciudad.
En esta época realiza dos de sus mas exitosas exposiciones en el marco de dos grandes galerías de Arte afamadas por generaciones. La Galerie Drouand propiedad de Danielle Drouand nieta de su fundador y la galería Berham Jeune, Galería que lleva el nombre de su fundador quien fue mecenas de Renoir cuando regenteaba el negocio a finales del S XIX, aun ubicada en Rue de Faubourg Saint Honore
Es en esta época también, cuando Jose varia su estilo poco a poco desde lo abstracto figurativo a lo figurativo.
En su evolución, se ve como de pinceladas mas largas hacia mas definidas y pequeñas va haciendo mas nítido el diseño de cada figura. De muchas variantes de colores va escogiendo tonalidades mas suaves, mas acordes con escenas cotidianas, dejando a un lado la experimentación que le daba el observar dentro de todos los museos de Arte de la ciudad de Paris, la variedad de formas que habían utilizado sus predecesores para expresar su manera.
Es así como Jose alcanza, a finales de esta década, un estilo propio que será su estilo a partir de los años 90.