JULIAN ET SA MERE
92 X 60 CM
OLEO / YUTE
AÑOS 1990
El arte figurativo o retrato, remonta sus orígenes al arte Rupestre, cuando los primeros hombres que poblaron el planeta representaban figuras de animales en movimiento por causas aun desconocidas, sin embargo esa practica representativa pervive en el arte hasta nuestros días. En los años 90´s cuando Quessada decide implantar a su arte sus propias características, empieza a hacer retrato, género que toma su fuerza en el barroco y dentro del cual se representan escenas como, mujeres cargando a sus hijos, floreros, frutas, en fin, toda escena que representara la vida cotidiana. En este cuadro Jose presenta a Julián su nieto en una visita que este y su madre Rosaura le hicieron a Paris y que con su ya bien lograda formación dentro de la escuela clásica de pintura en “La Esmeralda” toma ciertos elementos como trazos muy característicos que dan a la forma razgos definitivamente de su estilo y una muy propia paleta de color que utiliza para dar tonos fuertes, con personalidad propia, pero que al mismo tiempo denotan la dulzura de lo que se representa en el cuadro que es el amor de una madre a su hijo.
Esta época en el arte de Quessada marca lo que serian sus últimos años de producción cerca del año 2000
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